En esta entrada del blog explicaremos las diferentes maneras de cocinar los calçots. Hay que aclarar que no existe una única manera de hacer los calçots. Hay quien los hace con un alambre, hay quien los hace con parrillas, y hay quien los hace a la brasa. Incluso se pueden hacer en el horno, una técnica que no es muy práctica para hacer una calçotada tradicional, pero que da unos resultados espectaculares.
Como ya debe saber todo el mundo, los calçots se hacen con llama. La leña que idealmente deberíamos hacer servir es el sarmiento, aunque también salen muy buenos haciéndolos con otros tipos de leña.
Calçots a la parrilla. (La técnica más aconsejada si es su primera calçotada)
Una técnica muy utilizada, quizás la que más. Para ello, al igual que la serie de cocinar calçots con alambre, tenemos que proveernos de una o dos parrillas, y la suficiente leña de sarmiento (o en su defecto, cualquier otra leña) para que queden bien quemados.
Empezamos colocando los calçots en la parrilla de manera que las raíces se toquen. Recordad que las raíces no se cortan. Lo más lógico es que el fuego sea más intenso hacia la mitad de la parrilla, por lo que colocaremos los calçots más gordos en el centro.
Y ahí los dejamos hasta que veamos que de dentro de los calçots sale un poco de agua, que querrá decir que ya están hechos por un lado. Ahora toca darles la vuelta.
Sabremos que los calçots están bien hechos por ambos lados cuando veamos que por este lado también sale algo de agua de dentro. Ahora ya es el momento de guardarlos un ratito en papel de periódico, ya que envueltos en el, si hay alguno que le falta un poquito se terminara de hacer. Así también conservarán su calor hasta el momento de comerlos.
Metidos en una caja, o metidos en un saco, pero todos juntitos con su papel de diario, aguantarán muy bien el calor hasta que sea hora de comerlos (pero mejor que no pase mucho tiempo, eh?).
Calçots con alambre.
Para ello usaremos un alambre de unos 3 metros de largo. En un lado hacemos un asa para que sea cómodo de sujetar. Esta asa se puede incluso forrar con papel de diario, para no quemarse (es opcional). Los calçots se pinchan más o menos a la altura que muestra la foto.
La cantidad de calçots que vamos a «pinchar» dependerá del ancho del fuego que vayamos a hacer. Cuanto más ancho, más calçots. Cuando hemos acabado de pinchar todos los calçots, hacemos otro asa en el otro extremo del alambre.
Conseguida la llama, lo siguiente es poner encima los calçots. Para ello usamos el fantástico alambre que nos hemos fabricado, y colocamos los calçots encima del fuego. Su cocción dura poco… en menos de 5 minutos los tendremos sufriendo y echando agua.
Con un simple movimiento les damos la vuelta a los calçots, y a esperar un poco más. Para hacer esto es necesario que sean dos personas. Para una sola persona esto resulta muy difícil.
Cuando vemos que los calçots estén bien hechos, cuando su parte exterior está completamente quemada y están echando agua, ya podemos sacarlos del fuego. Cortamos el alambre con mucho cuidado, y lo sacamos de los calçots.
Seguidamente enrollamos los calçots en papel de periódico, para que mantengan el calor hasta la hora de la comida.
Calçots a la brasa.
Según el tipo de leña que utilicemos, esperaremos mas o menos tiempo a tener una buena cantidad de brasas. Esparciremos estas en la barbacoa, de manera que cubra el área de la parrilla ( para asegurar que todos los calçots se quemaran por igual).
Pondremos los calçots dentro de la parrilla ( de igual manera que cuando se cocinan a la parrilla), esta la pondremos sobre las brasas y procederemos a la coción. Al igual que cuando se hacen con fuego, estaremos muy pendientes de cuando empiecen a perder agua y estén quemados, para darles la vuelta. Una vez hechos, mismo procedimiento, enrollar con periódico y a la caja o bolsa para su conservación.
Calçots al horno.
Precalentamos el horno a 200 grados. Quitamos una capa al calçot y así quedará más limpio. También cortamos un trozo de lo verde, en total que queden 12cm de verde ( de la parte blanca del calçot no cortamos nada).
Esparciremos los calçots sobre una parrilla o bandeja y les aplicaremos con un pincel de cocina aceite de oliva.
Metemos la parrilla o bandeja en el horno y dejamos 30 minutos. Transcurrido este período de tiempo, los tendremos listos.
Ya hemos explicado las maneras de cocinarlos, ahora toca explicar como comer calçots.
El segundo ingrediente fundamental es la salsa , esta se servirá a temperatura ambiente en un recipiente rectangular ( en su defecto también se puede servir en un plato plano).
Para sacar la parte del calçot que nos comeremos, cogemos en una mano la parte donde están las raíces, y en la otra los tallos verdes de mas al centro ( dejaremos por coger un par de “hojas” verdes). Apretaremos ligeramente con los dedos la parte donde están las raíces, y con la otra mano tiraremos con cuidado de los tallos interiores. La parte quemada la desecharemos, y la parte blanca que saldrá de dentro de la quemada, es la que mojaremos con la salsa y nos la comeremos como ilustra la figura de los baberos.